Calle sin nombre
Está tarde, sin tener planeada la cita, he quedado con mi okupa para tomar un café y hablar de nuestras cosas. De camino al lugar donde habíamos quedado he pasado por calles en las que viví mi niñez y juventud (de eso no hace mucho eehhh). Sin querer por mi mente iban pasando recuerdos de vivencias, anécdotas inolvidables, y porque no decirlo, sentimientos distintos a los que en aquellos tiempos me producían esas mariposas en el estómago que nunca puedes controlar. En aquella época no me hubiera imaginado que hoy no sentiría lo mismo pasando por cierta calle cuyo nombre es lo de menos. Es obvio que en esa calle había mucho más que casas, ese silencio que se rompía por el latido de mi corazón, las risas de mi okupa el día de reyes, ese transeúnte que miraba hacía la ventana del castillo para ver quien era el afortunado,...
Hoy puedo decir que esa calle ha sido uno de los caminos por los que pasé para descubrir sensaciones mágicas, diferentes, y me alegro de que en un rincón de mi corazón haya descubierto que aún con el paso del tiempo puedes apagar la llama pero no las cenizas del olvido.
Hoy puedo decir que esa calle ha sido uno de los caminos por los que pasé para descubrir sensaciones mágicas, diferentes, y me alegro de que en un rincón de mi corazón haya descubierto que aún con el paso del tiempo puedes apagar la llama pero no las cenizas del olvido.
3 comentarios
:P -
Irina -
Okupa:P i resiste¡¡¡ encara q el gos t pugui fer fora... -